Hola a todos,
Les envío esta crónica como resguardo. Como saben algunos, estamos filmando otro capítulo de la serie Witnnes (Testigos) de Aljazeera English, entrevistando a los dos chicos, cuyas vidas seguimos desde el 2005 en el contexto del proceso de cambio boliviano (como siempre, enviamos nuestras cartas de acreditación al Ministerio de Comunicación y a todos los involucrados en este programa)
José Luis Mollinedo (Jorge), se graduó de policía en Huanuni, trabaja como tal y piensa en entrar a la carrera de Derecho, mientras que Israel Siacra (Alex, de 17 años) enfrenta una acusación por robo agravado seguido de homicidio. Todo salió muy bien con José Luis y la policía de Huanuni nos prestó la mayor colaboración,
Con el caso de Alex, sin embargo, hemos recibido, en Llallagua, cierto trato apremiante a nuestro trabajo periodístico. Pudimos entrevistarlo en la cárcel de Uncía (teníamos permiso de Régimen Penitenciario, del mismo Alex y de su familia), también a su familia, a su abogado, a los numerosos y contradictorios testigos y hasta a la jueza Gertrudis Barrenechea, ante quien nos acreditamos por carta y todavía seguimos buscando a varios policías que fueron trasladados apenas llegamos y empezamos a hacer preguntas.
Hasta ahí todo bien, pero hay hostilidad manifiesta por parte del fiscal de Llallagua, Eugenio Marca Arce, a nuestro trabajo de prensa. Tuve una primera charla con el fiscal en la que me sugirió no seguir con mi nota. Jamás se me ocurriría decirle al fiscal como hacer su trabajo y no pienso discutir aquí los modos patronales del antiguo régimen de justicia boliviano que está en proceso de cambio, pero su sugerencia estuvo totalmente fuera de lugar. Evidentemente no nos convenció y finalmente tuvo que acceder a una entrevista que finalmente declinó, al día siguiente, por tratarse de un menor cuya persona él debe resguardar. Sus razones son válidas y las respetamos, sin embargo el martes 17 de abril en una audiencia pública de una persona mayor, relacionada con el caso de Alex, tanto la jueza como el fiscal salieron del resiento gritándonos que entregáramos lo que habíamos grabado. Me conocen lo suficiente como para saber que no me iba a quedar sin contestar tamaño despropósito. Obviamente, volvieron a la sala de audiencias sin nada. Y, a pesar de tratarse de una audiencia pública, el secretario del juzgado hostilizó permanentemente a Rodrigo Vázquez, cuando tosía, se movía y hasta lo revisó en busca de cámaras escondidas.
Sabemos que podemos filmar fuera del palacio de justicia y de hecho lo hicimos, filmando la salida del detenido, del fiscal, de los acusadores, de los abogados y entrevistamos a todos, a la gente en la calle ante la mirada atenta de los colaboradores del fiscal Marca Arce que simulaban hablar por celular.
Somos profesionales de la comunicación, conocemos las leyes y tenemos muy en claro que no se filma sin permiso ciertos procesos, y que esto es televisión internacional de modo que nada que no esté autorizado puede salir al aire.
Vamos a seguir filmando este caso y entrevistando a todos los involucrados en él. Por eso, y ante el trato de la fiscalía de Llallagua, pongo en antecedentes al Ministerio de Comunicación de Boliivia, a Prensa de Palacio, a la Embajada Argentina, a la Embajada del Reino Unido de Gran Bretaña, a la UTPBA, a la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), a la Asociación de Corresponsales de Buenos Aires, de las que Rodrigo Vázquez y yo somos miembros .
Nuestro equipo:
Rodrigo Vázquez, director periodístico Pasaporte inglés 800213201 y DNI argentino 21071735
Gloria Beretervide, productora periodística Pasaporte argentino 13245741
Ali Sargent, sonido, Pasaporte inglés 504066456
Martín Nina Flores, ciudadano boliviano, nuestro chofer, asistente y amigo.
Capítulo 2 - Jueves 19 de abril
Y, hoy, jueves 19 de abril, nuevamente el fiscal de Llallagua y adláteres varios nos sorprendieron. Fui al canal local de Llallagual -canal 4- para pedir una copia del material emitido la noche anterior. Se trataba de una conferencia de prensa en la que el Coronel Miguel Ángel Rodríguez de la Policía Nacional aseguraba que el caso del robo y asesinato de Sergio Ordoñez (el caso que estamos siguiendo) estaba resuelto y que los dos culpables, ya estaban en la cárcel de Uncía. Mencionó además, en cámara, los nombres de ambos detenidos, a pesar que uno de ellos, es un menor.
Johnny Gutiérrez me atendió en el canal y me explicó que no podía darme el material de esa conferencia de prensa sin una orden del fiscal... Le expliqué que eso ya era material emitido sobre una conferencia de prensa convocada justamente para dar a conocer cierta información. El tal Johnny no se enteró que en la Bolivia descolonizada, y en la mayoría de los países del mundo hay leyes que previenen este tipo de sometimientos, presiones y demás, o es que el fiscal Marca Arce es el dueño del canal???
La situación se tornó aún más increíble cuando, ante mis argumentos, Gutiérrez trato de calmarme diciendo que si concurría al canal con el Coronel Rodríguez iba a poder darme el material. Sin comentarios, frase predilecta del fiscal.
Capítulo 3 - Viernes 20 de abril
El Fiscal de Llallagua Eugenio Marca Arce envía a la policía a hostigar a nuestro equipo
Esto ya es una denuncia pública. Hoy, en Llallagua, el fiscal Eugenio Marca Arce, a quien Rodrigo Vázquez le ofreció derecho a réplica por los dichos de algunos testigos ante nuestras cámaras, llamó a Rodrigo a su oficina, le pidió que apagara la cámara, se sentara y esperara a la policía migratoria (????). Obviamente, Vázquez se retiró de la oficina por lo que el fiscal y su gente nos hicieron seguir por la policía nacional, primero por uno que trato vanamente de llevarme a algún lado (una especie de comisaría) al que luego se junto un segundo, muy amable, que, ante mi negativa y mis razones para no acompañarlos, me explicó que todo este hostigamiento era cosa del fiscal y no de ellos. Le ofrecí mi credencial de corresponsal para que copiara los datos que allí figuraban.
Al no funcionar el apremio policial, se acercaron a mi tanto el fiscal como sus dos adláteres (secretarios?) intentando imponerme sus intenciones de acompañar a la policía para que chequeara nuestros documentos, ya que necesitaban revisar nuestra situación migratoria (????). Volví a explicar que estábamos debidamente acreditados, y que se comunicara con el Ministerio correspondiente, porque justamente estaba en línea con un funcionario del Ministerio de Comunicación, que estaba siendo testigo de todo este hostigamiento a nuestra labor de prensa. Marca Arce contesto que no necesitaba hablar con ningún ministro. Le pregunté si Llallagua se había independizado de Bolivia y tenía controles migratorios y autoridades propios. Y, que recién luego de terminar de filmar iríamos a visitar al Cnel. Miguel Rodríguez de la policía de Llallagua sólo para pedirle una entrevista por sus dichos en la conferencia de prensa que fue televisada por canal 4 de Llallagua durante dos noches consecutivas, grabación que nos fue negada ya que solo el fiscal autoriza la salida de ese material...
Los dos policías, uno de ellos súper amable, intentaron seguirnos y presionarnos con preguntas sobre nuestro alojamiento y demás. Tengo que aclarar que nunca nos tocaron y tuvieron que irse sin lograr su cometido. Sólo nos arruinaron una tarde de filmación con entrevistas ya pautadas, una pérdida importante de tiempo y dinero para nosotros.
Pero esto no terminó aquí, algunos de nuestros entrevistados nos llamaron alarmados porque la policía fue a vistarlos (Mauricio Calani y Rudy Serrano Murillo de la FELCC de Llallagua y Salas de Tránsito) para preguntarles donde nos alojábamos.....
Nuestros perfiles son públicos, somos periodistas, sólo con tipear nuestros nombres en cualquier buscador de Internet, tendrían toda la información que buscan.
Usar los recursos del Estado de Bolivia para hostigar a la prensa es, además de caro, poco efectivo.
Hace siete años que filmamos en Bolivia, documentando el proceso de cambio, las demandas de las organizaciones sociales, la historia de los mineritos y otros, y jamás hemos tenido ningún problema con nadie. Todos han colaborado con nosotros. Es la primera vez que nos topamos con alguien que tiene problemas con la prensa que no controla. No conocemos la historia del fiscal, pero sabemos que no quiere periodistas en su feudo, parecería que responde al antiguo régimen colonial, patronal o como quieran llamarlo.
Ya hablamos con Prensa de Presidencia, Ministerio de Comunicación y Ministerio de Gobierno, también con el Fiscal de Potosí, que nos atendió espectacularmente bien pero aviso, si algo le pasa al equipo en Llallagua, donde jamás nos pasó nada de nada, hasta un asalto común o lo que fuere ya saben donde comenzar la investigación.
Capítulo 4 - Sábado 21 de abril
Fiscales de Potosí Vs. Prensa. No nos dejan trabajar
Y esto sigue: el fiscal del distrito de Potosí, Dr. Sandro Fuertes, hizo causa común con su subordinado de Llallagua, Eugenio Marca Arce. Fuertes me había pedido anoche que lo llamara hoy por la mañana, me cortó varias veces pero finalmente tuvo que atender y no logró articular mas que algo acerca de la protección al menor y me cortó, creyendo que de esta forma zanjaba el tema, cortándonos así la posibilidad de volver a Llallagua a filmar sin sufrir apremios nuevamente. Parece que allí los representantes de la justicia imponen y no analizan ni consideran los hechos.
La intención del fiscal de Llallagua fue clarísima desde el principio, primero intentó convencerme que no hiciera la nota, escudándose en el tema de la protección del menor, menor que está en una cárcel común y comparte su celda con un mayor convicto por violación, menor que fue enviado a la cárcel por dichos de terceros, y, sobre todo, por una movilización que organizó Daisy Ordoñez, la hija de la víctima para que así ocurriera. Daisy también fue quien arrestó al segundo presunto partícipe del asesinato de su padre junto a sus hermanos y lo llevó a la policía de Llallagua, que sabemos recibe órdenes del fiscal Marca Arce para amedrentar a la prensa pero es poco efectiva para apresar a los implicados en este caso de asesinato. Daisy sigue su propia investigación y el fiscal la llamó para sugerirle que denunciara a la prensa (nosotros) por... presiones. Todo esto está grabado, tenemos muy buenos micrófonos y está siendo usado por la prensa inglesa y argentina.
No hay que negar que el fiscal de Llallagua es consecuente en su búsqueda de argumentos y en su presión y amedrentamiento contra nosotros, primero la protección al menor que el mismo encarceló (nos dijo que iba a tener que estar al menos 6 meses hasta que él concluyera la investigación), luego el intento de secuestro de nuestras grabaciones durante una audiencia pública de un mayor, Rolando Ojeda Combatta, alias Rambo, vinculado al caso que luego fue llevado a la cárcel de Uncía, donde también está el menor en cuestión, después la presión a Daisy Ordoñez para que nos denuncie por... presiones (esto es muy gracioso), conversación grabada por nosotros mismos, y finalmente la escena con la policía, el fiscal y sus adláteres en la calle, que, por fortuna, salió en Radio Patria Nueva. Entendimos porqué el fiscal hablaba de la policía migratoria, nos confundieron con periodistas cubanos y pensaron que tendríamos problemas migratorios. Con sólo un click en Internet, el fiscal y toda su troupe sabrían quienes somos, les dejamos unas elaboradas cartas solicitando una entrevista con él con todos nuestros datos...
El tema es que no podemos volver a Llallagua sin arriesgar nuestra seguridad, ya filmamos todo lo necesario pero queríamos hacer una escena más. El material que tanto querían requisar está seguro y hay una copia en viaje al exterior, fue lo primero que salvamos cuando el fiscal nos tiró a sus servidores públicos. Si esto no es obstaculización a nuestra labor de prensa, hostigamiento, amedrentamiento, que és? Cómo explica el fiscal y la policía de Llallagua, este indignante atropello a un equipo de prensa? Ni inmigrantes ilegales, ni violadores de leyes de protección al menor, solo profesionales de prensa atacados cuando cumplían con su trabajo.
Aclaro que el menor, al que seguimos desde sus 9 años (ahora tiene 17) aceptó, al igual que su familia y tutora, ser entrevistado en la cárcel de Uncía por nosotros y que la Dirección de Régimen Penitenciario dependiente del Ministerio de Gobierno nos autorizó por escrito a ingresar y hacer la entrevista. Parece que no se siente tan seguro protegido por el fiscal de Llallagua.
Gloria Beretervide