sábado, 27 de octubre de 2012

HOY ES UN DÍA ESPECIAL


Hoy es un día especial... Para salir. Para ver. Borrar las banderas, quitar los pensamientos, ver como el sol baña esa gente que decidió ir a homenajear a un gran hombre.


Es día para preguntarse si somos todos pelotudos que vamos detrás del... detrás de lo que sea que a vos te hayan metido en la cabeza que vamos. Y delante de... delante de lo que sea que a vos te hayan persuadido que vamos.

Hace dos años, en este día tan especial comenzaban las preguntas para muchos, las respuestas para algunos y la tristeza para todos. Nadie puede afirmar que no se sintió triste viendo esa caravana de gente que iba a darle un adiós a Néstor. Hasta el mas apático sabía que ese día iba a quedar para siempre en a historia. Y que se iba el tipo que caminaba entre la gente, el pingüino, el peregrino, el líder de los jóvenes que hacían fila llorando. Nunca vi tantos jóvenes llorando... y me sentí triste, y joven.

Hoy es un día especial, hace un año muchos vieron que no se apagaba el fuego, sino todo lo contrario. Muchos mas se sumaron y ya no había una fila yendo hacia el congreso, sino una columna caminando por toda la república. Muchos entendieron el mensaje y otros empezaban a preguntar por él. Insoportablemente vivo.

Hoy es un día especial... Hoy es el día en que vos volvés a los barrios, volvés a vencer el cansancio, volvés a dejar tu familia y tu sueño de lado para ir a ayudar a los que tienen muchos sueños que para vos ya son realidades. 

Hoy es un día especial. Es un día para dejar de insultar. Dejar de agraviar, vencer al oprobio y el sentimiento de venganza hacia un tipo que lo que hizo es poner su nombre y el nombre de nuestra patria en los libros de historia nacional y latinoamericana. De economía nacional, regional, latinoamericana y del mundo. Del tipo que hoy leen en muchos países del mundo que estuvieron siendo desangrados por las políticas de los grandes intereses financieros, o lo están. 


Hoy es un día especial. Para salir a ver todos los pelotudos que le hacemos el homenaje como él nos enseñó. Caminando por el barrio. 

Y si no es en tu barrio, también es un día especial. es el día en que podés salir de tu barrio, y dar una vuelta por algún barrio de esos en los que vive Néstor Kirchner. Y tal vez dejes de ser un piola, un analista de las cosas y te transformes en un pelotudo más... y comprendas que cuando todos los otros son pelotudos... es al menos raro...

Porque nadie pudo evitar la tristeza hace dos años. Porque nadie pudo evitar la sorpresa hace un año. Y nadie puede evitar verlo a Néstor en un barrio. Y te vas a ir silbando, bajito, pero cada vez mas fuerte. Y un día estallará tu corazón y vas empezar a cantar...


Muchas Gracias Néstor Kirchner, gracias por lo que nos diste...

Que tengas un buen día, un día muy especial.


Autor: Maximiliano Venegoni

Mabel Maidana, Co Coordinadora Comisión Nicolás Casullo
de Medios Audiovisuales en Carta Abierta





martes, 23 de octubre de 2012

LA COMISIÓN PROVINCIAL POR LA MEMORIA (CPM) CORRE SERIOS RIESGOS DE SUBSISTENCIA.



La Comisión Nicolas Casullo de Medios Audiovisuales en Carta Abierta envió su adhesión a la nota que presentó la Comisión Provincial por la Memoria al gobernador Daniel Scioli.

El desfinanciamiento de la CPM muestra que la política de DDHH no se encuentra entre las prioridades de la agenda gubernamental bonaerense.

Quienes deseen adherir, pueden hacerlo con urgencia a la siguiente dirección:
secretaria@comisionporlamemoria.org

Transcribimos a continuación la nota que la Comisión Provincial por la Memoria presentara al gobernador Scioli:


TEXTO de la Carta de Adhesión


La Plata, 17 de octubre de 2012
Al Sr. Gobernador de la provincia de Buenos Aires
Daniel Scioli     
S------------------------------------D                        

Nos dirigimos a Ud. a los efectos de expresarle nuestra preocupación ante la afectación de las políticas de derechos humanos y memoria provocadas por el desfinanciamiento de una de las instituciones más relevantes en esta materia como es la Comisión Provincial por la Memoria.

La CPM desarrolla acciones clave en defensa de los derechos humanos de los sectores más vulnerados, como son los que padecen los treinta mil detenidos en las cárceles bonaerenses, como así también investiga y propone iniciativas en pos de una mayor democratización de la sociedad, en particular las referidas a las fuerzas policiales y penitenciarias.

También lleva adelante una intensa actividad educativa a través de la formación y producción de materiales en derechos humanos y memoria, y trabaja con más de 1000 escuelas de la provincia y el país, reconstruyendo las memorias locales. Las tareas de conservación e investigación en el Archivo de la DIPPBA son de suma importancia para producir pruebas por los delitos de lesa humanidad y como fuentes documentales de la historia reciente.

Se ha constituido a lo largo de más de 12 años de trayectoria en una referencia para muchas organizaciones del país y del exterior, tanto por sus formas de trabajo rigurosas y profesionales, como por su pluralidad política e independencia.

Es por todo ello que solicitamos que el señor Gobernador rectifique una decisión que va en contra de políticas que cuentan con un amplio consenso de la sociedad.

Lo saludamos con nuestra consideración más distinguida. 
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Mabel Maidana, Co Coordinadora Comisión Nicolás Casullo
de Medios Audiovisuales en Carta Abierta


jueves, 18 de octubre de 2012

NOS INFILTRAMOS EN LA ASAMBLEA DE LA SIP


Desde las entrañas mismas del monstruo

Nos infiltramos en la Asamblea de la SIP




Por Ernesto Espeche / Las copas de champán, prolijamente acomodadas sobre la bandeja, recorrieron la sala de reuniones del hotel Renaissance. Allí estaban -entre otras personalidades ilustres- representantes de Clarín de Argentina; O Globo y Folha de Brasil; ABC Color de Paraguay; El Tiempo de Bogotá; El Nacional de Caracas; The Washington Post de Estados Unidos. Sí, todos juntos. También nosotros: APAS designó a un periodista avezado en tareas complejas para ingresar al cónclave y obtener información secreta sobre los planes de la resistencia mediática antipopular. Como es lógico, no obtuvimos acreditación oficial. Pero allí estuvimos, llenando las copas de los presentes. Un buen periodista debe, a veces, oficiar de mozo.
En la nota “Una voz al servicio de las dictaduras”, firmada por Natalia Brite, nuestra agencia hizo tiempo atrás una exhaustiva radiografía de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Recomendamos su lectura para obtener un mayor detalle sobre la historia de la institución. Para los fines de esta pieza, sólo bastará remarcar que se trata de una entidad de dudosa visión democrática, que avaló los peores regímenes autoritarios y operó en contra de cada proyecto popular en la región. No podía ser de otro modo: se trata de una organización compuesta por los dueños de los principales instrumentos de construcción de opinión pública en la modernidad y la principal herramienta de poder en el esquema unívoco de las democracias occidentales.
Nuestro enviado especial no logró interceptar algún testimonio de cierta relevancia periodística. Los comentarios, explicaciones y planteos que se escucharon durante las cuatro jornadas no trascienden el umbral de lo obvio, lo que esos mismos medios dicen a puertas abiertas todos los días en cada uno de nuestros países. Sin embargo, pudo captar un dato esencial: el estado anímico de los concurrentes puede graficarse, según nos cuenta, “como el sentimiento de encierro que provoca un gran patio trasero cuyas paredes (tres) lindan con el odio, la desesperación y la resignación”.
Más allá de las aptitudes literarias de nuestro periodista -está preparando su examen final de Literatura en la Facultad y, claro, debemos comprender sus impulsos metafóricos- el clima de la Asamblea se trasluce en un documento final de muy pobre factura.
Si bien el documento no lo dice de modo textual, la SIP asume la representación política de intereses minoritarios que no encuentran salida por vía institucional para atacar, en el campo de la batalla simbólica, a los Estados que despliegan políticas populares de gran impacto social. Quedó atrás aquel tiempo no muy lejano en que los medios hegemónicos administraban sin esfuerzos la reproducción de un sistema de valores y dejaban en manos de la dirigencia política la organización de un Estado afín a sus intereses. Entonces todo estaba más claro. La crisis política institucional que estalló en gran parte de nuestra Patria Grande a comienzos del nuevo siglo dejó a las corporaciones mediáticas en la línea de fuego y con la incómoda necesidad de poner al desnudo sus propios intereses.
El documento no dice nada diferente a lo que esas mismas empresas dicen a diario: “los problemas que afronta la prensa independiente” se explican por la injerencia de algunos gobiernos en el ejercicio de la “libertad de expresión”.
La SIP apela, una vez más, a su construcción mítica por excelencia: la “prensa independiente”. Su verdadero rostro, sin embargo, es el diseño opositor, destituyente o golpista en aquellas latitudes donde los Estados promueven políticas públicas de carácter popular, participativo y democrático. Por ello, cuando hablan en nombre de la “libertad de expresión” no hacen otra cosa que apelar a una vieja conversión que presenta sus intereses privados como si se tratase de derechos de validez universal.
Sigamos. Las conclusiones del encuentro equiparan la situación de Argentina, Venezuela y Ecuador. Según los asistentes, en esos países existe una “feroz ofensiva” que busca “silenciar al periodismo independiente”. Además, cuestionó que la presidenta Cristina Fernández no realice conferencias de prensa y criticó los aspectos medulares de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) sancionada en Buenos Aires por mayoría parlamentaria hace tres años.
Del documento se desprende que la realización periódica de conferencias de prensa ofrecidas por un mandatario es, en sí mismo, un indicador de calidad institucional. Ese supuesto tiene, sin embargo, una clara inconsistencia si se considera, con un mínimo de rigor analítico, que el derecho constitucional de todo ciudadano a conocer los actos de gobierno puede garantizarse mediante múltiples herramientas de divulgación. Los medios -para decirlo de una vez- no son entidades inmaculadas cuya función sea el ejercicio de cierto control de los poderes de la República. La historia se encargó de dejar en el ridículo todo argumento tejido en los márgenes del paradigma objetivista.
De hecho, los anuncios gubernamentales son interpretados a diario por el desbalanceado sistema de medios desde sus propios enfoques editoriales. Sí, en cambio, la ausencia de conferencias de prensa por parte de la Presidenta argentina impide al lobby periodístico socializar la perversa idea de que sus preguntas afloran como la mágica encarnación del sentir popular.
La decisión del gobierno nacional argentino se explica, entonces, por la lógica de un escenario comunicacional cuya característica es la concentración monolítica disfrazada de pluralidad y no la honesta explicitación de las parcialidades intrínsecas a las diferentes miradas sobre los hechos.
El documento de la SIP se anima, sin embargo, a denunciar que la “intolerancia de gobiernos autoritarios constituye los principales problemas que afronta la prensa independiente hoy en el continente”. Sostiene la existencia de una supuesta “ofensiva encabezada por los mismos presidentes de los países que busca silenciar al periodismo independiente en Argentina, Ecuador y Venezuela mediante leyes regulatorias, discriminación de la publicidad oficial e inmensos aparatos mediáticos estatales y privados utilizados para difamar y hacer campañas de desprestigio contra los periodistas”.
La afirmación anterior ratifica la actitud corporativa del poder mediático a escala continental. En rigor, la integración como modelo no es una potestad de los proyectos populares latinoamericanos; los sectores de la derecha regional acumulan décadas de experiencias de articulación estratégica. La gran diferencia reside, como es casi obvio, en el afán libertario, el espíritu emancipatorio y el carácter democrático que acompañan los esfuerzos integracionistas encabezados por los actuales mandatarios y sostenidos por sólidas bases sociales.
La mirada anticubana se mantiene como marca identitaria del organismo: “En Cuba, continúa la política del amedrentamiento, habiéndose detenido en septiembre a 533 opositores”. Y sigue: “en Haití, Venezuela, Honduras y Perú se asiste a un alto grado de violencia contra la prensa”. La SIP, en cambio, no se expresó contra los golpes de Estado en Honduras y Paraguay; ni condenó el intento de derrocamiento de Hugo Chávez en 2002.
Advierte, además, sobre el efecto contagio de la LSCA argentina: “Leyes de prensa que restringen la tarea del periodismo son promovidas en Bolivia, Chile, Ecuador, El Salvador, Perú y Uruguay”.
Y se explaya: “En Ecuador la justicia carece de imparcialidad y continúa agrediendo a medios y periodistas bajo un discurso oficial hostil que genera autocensura, en tanto que en Brasil la justicia sigue fallando en contra de los medios para prohibir dar información”.
Sobre las implicancias del 7 de Diciembre, fecha límite para la adecuación de los monopolios de la comunicación a la normativa vigente en Argentina, advierte: “La amenaza a la prensa independiente puede tener un capítulo oscuro en diciembre, cuando el Gobierno pretende avanzar sobre los medios audiovisuales del Grupo Clarín desconociendo fallos judiciales y normas legales. Esos medios son los pocos que hoy informan con independencia del relato oficial”.
De hecho, la SIP anunció el envío de una comisión especial por este asunto. Aquí los esperamos. El mozo para el cóctel lo garantiza nuestra agencia.
VER ACÁ la nota sobre la SIP a la que hace referencia el autor.
Fuente: Agepeba, 17-10-2012

Mabel Maidana, Co Coordinadora Comisión Nicolas Casullo
de Medios Audiovisuales en Carta Abierta

lunes, 8 de octubre de 2012

LA CLAVE ES LA ORGANIZACIÓN POPULAR


54: el número maldito de un proyecto burgués


La clave es la organización popular
Las elecciones presidenciales en la República Bolivariana de Venezuela tuvieron una enorme relevancia para el proyecto de integración regional en curso. La opción del 7/O es extensible al escenario latinoamericano: transformación popular emancipatoria o restauración elitista conservadora.
Por Ernesto Espeche | Desde la Redacción de APAS Mendoza
01|10|2012


Si pensamos a la región como una totalidad, aquella que emana del viejo proyecto de la Patria Grande, nada de lo que ocurre en el plano doméstico de un país puede analizarse al margen de la compleja realidad colectiva y viceversa.

Nuestros países operan en conjunto en un mismo escenario. En la última década se abrió para todos los habitantes de Nuestra América una etapa signada por la crisis del proyecto rentístico financiero y la emergencia del campo popular a espacios de poder. Ese recorrido, diverso y contradictorio, se expresa hoy en el diseño de un proyecto popular emancipatorio que ubica a las históricas clases dominantes en una cruzada restauracionista.

El liderazgo popular de muchos de los mandatarios de esta parte del planeta se alimenta de una fuerte participación ciudadana y una original construcción de poder. Estamos, sin caer en miradas grandilocuentes, en la dura puja por reinventar la democracia, refundar el relato histórico y sepultar el modelo civilizatorio afirmado por décadas por una selecta minoría.

Al mismo tiempo, la elección de este 7 de octubre ostentaba rasgos particulares. Hugo Chávez, y la Revolución Bolivariana que conduce, están en el núcleo de la totalidad que contiene al proceso de integración en la actual etapa. La experiencia venezolana funciona como testigo de los cambios operados en la región: sus firmes definiciones ideológicas, el carisma de su líder y la intensidad de sus medidas marcan el pulso del cambio de época.

El llamado Socialismo del Siglo XXI está en el epicentro del proyecto popular a escala regional. Eso explica que las derechas se posicionen en cada país en referencia a las relaciones de los presidentes con Venezuela. Y no se equivocan: los gobiernos de Lula Da Silva, Dilma Rousseff, Fernando Lugo, Rafael Correa; José “Pepe” Mujica, Néstor Kirchner, Cristina Fernández o Evo Morales mantuvieron o mantienen espacios de acuerdo estratégico entre sí y con Venezuela. Juntos avanzan hacia un modelo que está en las antípodas de los intereses estadounidenses en la región y cobra cada día mayor fortaleza.

Eso explica, también, que en Venezuela se organizara en 2002 el primer intento golpista de nuevo tipo y se abroquelara la vetusta oposición política alrededor del eje articulador de las corporaciones mediáticas. La fórmula, aunque ciertamente limitada, se repitió casi siempre sin éxito en los países vecinos.

Allí también se consolidó una ecuación de hierro: la organización popular -la recuperación de la política como herramienta de cambio- es el mejor antídoto contra los efectos nocivos de la burbuja mediática. Por eso, ni más ni menos, Chávez se sometió a 15 procesos eleccionarios sin perder sustento social.

Por eso, además, Henrique Capriles expresó el burdo ensayo de la derecha de construir referencias cuyos discursos no expliciten de modo salvaje una torpe vocación antidemocrática. Se trata de un cambio de táctica que, sin embargo, no alcanza para revertir la debacle opositora. Por los motivos expuestos en el párrafo anterior, todos los sondeos en la previa del comicio ubicaron al Presidente como el candidato favorito. Solo restaba conocer el margen de la ventaja final. Fue contundente: 54 por ciento, el número maldito del proyecto burgués, tal como sucedió en Argentina hace un año.

En todo caso, experimentos como el de Capriles podrían tener algún éxito si, luego de su exportación, lograran capitalizar un hipotético agotamiento del dinamismo transformador que sostiene a los mandatarios que adscriben a la tradición popular sudamericana. La restauración conservadora pendula sin brújula entre la factoría de una esperanza blanca que socave la legitimidad democrática de los procesos políticos en curso y los groseros intentos destituyentes anticonstitucionales.

Por eso, finalmente, el 7 de octubre votamos todos.

Fuente: Agencia Periodística de Argentina y América del Sur
Mabel Maidana, Co Coordinadora Comisión Nicolás Casullo
de Medios Audiovisuales en Carta Abierta.