jueves, 22 de abril de 2010

A PROPOSITO DE LOS CARTELES CON PERIODISTAS DEL GRUPO MONOPOLICO

El anónimo ha sido utilizado en muchas oportunidades y con variadas razones. Nunca contribuye a nada esclarecedor, todo lo contrario, sirve para generar polémica vacía, para polarizar opiniones que ya están en tensión cada día más incómoda desde la ruptura del pacto constitucional por parte del Vicepresidente de la Nación.

 Hoy estamos asistiendo al incumplimiento de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual mediante trampas judiciales carentes de todo sustento.

El 15 de abril se llevó a cabo una marcha desde el Congreso Nacional hacia Tribunales. Su propósito fue reclamar la aplicación de la Ley 26522. Quienes participamos pudimos observar carteles anónimos con las imagenes de periodistas que trabajan en el Grupo Monopólico, que aludían a su vinculación con quien está acusada de apropiadora de hijos de desaparecidos.

Estos acontecimientos están vinculados. Estos sucesos están relacionados con el Grupo Monopólico quien ve afectados sus intereses por la Ley de Medios. Nada más y nada menos.

Nada indica la autoría del afiche, sin embargo todos los cañones apuntan al gobierno. ¿Cuál es la razón que sustenta esta opinión encubierta, subliminal, no dicha directamente, pero incentivada en las conversaciones radiales y televisivas en los medios del Monopolio, por no mencionar también sus soportes en papel?

Los afiches  incentivaron como nunca las invocaciones al "Periodismo Independiente", a la "Libertad de Expresión", al "Miedo a la Censura" , mediante tonos admonitorios y ofendidos por una imaginaria embestida gubernamental escondida detrás de los afiches.

Sin embargo no todas son armónicas libertades en la sede del Grupo. Y en muchas ocasiones quienes siembran vientos recogen tempestades.

El periodista Daniel Ponzo que conoce sus modos de vinculación con los periodistas porque trabajó allí, manifiesta la siguiente opinión en el siguiente artículo:


Adepa, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas repudió, "palabras más palabras menos", que se hicieran escraches y pegatinas en la vía pública con imágenes de periodistas que trabajan en el Grupo Clarín.
 
Adepa no dijo una palabra cuando se produjeron los 117 despidos en Clarín, incluida toda la comisión interna, el 4 de noviembre de 2000, durante el gobierno de Fernando de la Rúa.

Ni siquiera se estremeció porque la guardia de infantería reprimiera a los trabajadores en la puerta del diario, o se preocupó porque matones filmaran a los periodistas despedidos ni mucho menos "repudió" que se expusieran sus fotos en perversos listados con la nómina de condenados o porque los reprimiera la guardia de infantería, tal como quedó documentado en un periódico de esos días que hicieron los propios trabajadores de Clarín y que se llamó Clarinete (ver foto).


Uno de los cerebros y autor de esos despidos fue precisamente Pedro López Matheu quien por fue el titular de la Comisión de Libertad de Prensa de la misma Adepa que ahora repudia estos escraches y quien también produjo 113 despidos -también incluida la comisión interna- en 2004 en otra empresa del Grupo Clarín,  Artes Gráficas Rioplatenses, y quien siguió su carrera en la empresa Kraft ex Terrabussi donde también despidió a trabajadores y a delegados miembros de la comisión interna. 

Entre los escrachados está Ricardo Kirschbaum, quien es el secretario de redacción del diario Clarín. 

Kirschbaum es el mismo que junto a Nelson Castro figura en la lista de compradores de miles de dólares que difundió el ex economista de JP Morgan, Hernan Arbizu -admitió ser parte de una asociación ilícita destinada a lavar activos y a evadir impuestos-. Kirschbaum es el mismo que participa en las ganancias de la empresa y ya suma cientos de miles de dólares en ese concepto, y quien tiene por hijo a Federico Kirschbaum quien está siendo investigado por el juez Norberto Oyarbide por presunto espionaje casualmente a Carlos Ávila el dueño de TyC Sports en el momento en que éste negociaba la transmisión del fútbol con la AFA y cuya competencia era justamente Clarín. 

Kirschbaum finalmente es el mismo que firmó una solicitada de la Asociación Periodistas junto a otros ilustres como Santo Biasatti, Nelson Castro Magdalena Ruíz Guiñazú donde expresaban su "preocupación ante la detención de la directora del diario Clarín, Ernestina Herrera de Noble, y advierte sobre sus peligrosos efectos sobre la libertad de expresión en la República Argentina (sic). La detención de la señora de Noble en una causa en la que se investigan irregularidades en las adopciones de sus dos hijos, plantea el necesario debate sobre los derechos y garantías de las personas en el debido proceso, cuando son acusadas de cometer delitos".


Pero eso no es todo. La diputada Patricia Bullrich adelantó que este lunes 19 de abril presentará un oficio ante la Oficina Anticorrupción para que investigue "si están involucradas agencias estatales en la confección" de las pegatinas y si "se ha usado dinero público" para solventarlas.  
Patricia Bulrich era justamente la ministra de Trabajo en el 2000 cuando se produjeron ante sus narices los 117 despidos en Clarín, incluida toda la comisión interna. Bullrich es, además de una de las más fuertes detractoras de la Ley de Comunicación Audiovisual y una voz habitual y constante en TN, Radio Mitre y Clarín.
Todo sea en nombre de la ibertad de expresión...
Mabel Maidana
Co-Coordinadora Comisión "Nicolás Casullo" de Medios Audiovisuales en Carta Abierta 
 
   

3 comentarios:

Enrique Pazo dijo...

Una viuda de mi conocimiento, adoptó un niño y quiso inscribirlo con el apellido de su difunto esposo.
¡¡No le fue permitido!!
¿Por qué Marcela y Felipe no se apellidan Herrera?

Comando Megafon dijo...

Enrique, bueno....clarísimo. El poder supragubernamental omnímodo, incluso sobre una dictadura genocida, esa es la respuesta. Podemos imaginar entonces los vinculos y alianzas siniestros.

Comando Megafon dijo...

Todo esto se llama "me cago en la humanidad, en el pueblo,en mi tierra y mis hermanos"; el valor predominante es la guita del empresariado monopólico y sus bestias feudales.