sábado, 19 de febrero de 2011

PERIODISMO MILITANTE

Profundizar, avanzar en el camino que inició Néstor Kirchner en 2003 no es tarea sencilla. Ese camino, enraizado en la historia nacional y popular es conflictivo.

Las muy pocas coyunturas en las que el pueblo argentino intentó caminar ese sendero fueron difíciles, contradictorias y cuando logró llegar a destino fue rápidamente derrotado. No podía ser de otra manera, el bloque que históricamente tiene el poder es lo suficientemente fuerte como para resistir.

Ahora, nuevamente, el camino elegido por Néstor y continuado por Cristina desafía el poder hegemónico.  Néstor fue claro: " No llegué  a la casa de gobierno para dejar mis convicciones en la puerta".

Nicolás Casullo dijo certeramente "los medios se han convertido en el partido de la derecha". Los medios son los organizadores del sentido común del pueblo y el monopolio mediático impone su discurso único, hegemónico. No puede surgir nada que modifique esa "armonía" discursiva. Y cuando irrumpe un discurso con sentido opuesto que rompe la "armonía" monopólica, cambia el sentido de los relatos, organiza otros marcos explicativos del mundo, el poder se ve desafiado.

Cuando Martín García, Presidente de Telam, mencionó el concepto de periodismo militante revulsionó el avispero. Ese concepto es transparente, no hay duda alguna dónde está parado el funcionario, qué intereses representa y  qué objetivos tiene. Se contrapone a la vieja concepción de "objetividad periodística" que opaca, escamotea los intereses a los que sirven los medios, qué objetivos tienen, con qué ideología se elabora la línea editorial. En el mundo de la libertad de expresión hay lugar para todos, sin embargo los defensores de esa misma libertad, censuran. Recordemos que La Nación le dedicó algunos artículos en tono denostativo al Presidente de Telam, criticando su concepción del mundo, su ideología. Claro, sabían quién es. Y no les agradó. Se les atrangantó.
 Anoche asistí en twitter al regocijo de los opositores por el "error" de Telam, pero para mi sorpresa también a la incomprensión del suceso por quienes son simpatizantes y/o militantes K, todos acicateados por quienes tiraban leña al fuego y estos compañeros terminaron siendo útiles a la concepción opuesta a lo nacional y popular. Lo peor fue que a ninguno de estos compañeros se le ocurrió que la página podía haber sido hackeada, o que el "error" obedeció a un sabotaje interno de las diferentes capas geológicas que se mueven en la Agencia. No pusieron nada en tela de juicio, hicieron leña del árbol caído sumándose al coro con Clarinete y todo en lugar de dar la discusión política e ideológica.  El Presidente de Telam inmediatamente asumió lo sucedido como un "error".

Desde 2003 estamos desarrollando una batalla cultural y la ley 26522 permite interferir la estructura ideológica dominante: diarios, revistas, programas radiales, nueva orientación ideológica de las radios estatales, del canal estatal, posibilidad de nuevos canales de TV, web 2.0, acceso de los niños y jóvenes a internet y a materiales audiovisuales, cine, agencia de noticias argentina con orientación acorde al proyecto nacional y popular. Esta es la vía que permite quebrar las prácticas interpretativas dominantes y facilita desarrollar los proyectos gubernamentales de equidad, de inclusión, de distribución de la riqueza, de soberanía que produce el pueblo argentino.

Pero si no contamos con militantes de todas las expresiones organizativas que den la  propia batalla cultural en sus mentes para despojarse de la ideología liberal que nos penetró desde el primer día de escuela y que hemos naturalizado, todos los esfuerzos gubernamentales no alcanzarán. Por otra parte, ¿quién dijo que es fácil organizar un bloque contrahegemónico?, porque de eso se trata.

En Telam se está trabajando mucho y con políticas claras y definidas. La federalización de los servicios que brinda es una de ellas. Se vinculó en todo el país con cooperativas, pymes, medios comunitarios. Ha firmado acuerdos con asociaciones de medios como LACORAMECO, que agrupa a mas de 17 entidades, y a todos se les ofrece el servicio bonificado. Constantemente se firman acuerdos con entidades de las provincias. Nunca se había abierto la Agencia hacia las provincias y hacia los medios populares como ahora. Y todavía falta.

Hay un proyecto en desarrollo que me interesa destacar porque se vincula con los intereses del Monopolio:
Se reimpulsó el Reporte Nacional, un suplemento de noticias nacionales, economía, interés general y deportes, para los diarios del interior, proyecto que, gracias a la explicita intermediación de Alberto Fernández, fue desmantelado y “prohibida su comercialización” años atrás, y que fue sostenido gracias a los trabajadores.    
El producto, a un paso de convertirse en el diario más grande del interior del país, fue boicoteado gracias a funcionarios serviles a los intereses del monopolio.
Los únicos medios masivos que levantaron el episodio de Telam y lo conviertieron en noticia fueron La Nación, Clarín y Perfil, ayudados por el batifondo twittero, entre otros.

La información sobre Telam fue levantada del blog EL PROBLEMA DE ORWELL, al que pueden acceder acá para leer toda la información completa sobre los proyectos que desarrolla actualmente la Agencia, es decir, su línea, y también a una serie de consideraciones políticas e ideológicas que consideramos relevantes.
Mabel Maidana, Co-coordinadora Comisión Nicolás Casullo
de Medios Audiovisuales en Carta Abierta

lunes, 14 de febrero de 2011

CRISTINA, NARICITA Y PERUCHO

Cristina Saviano es una amiga virtual de la red Facebook,  profesora y traductora de portugués, y todo lo que conozco de ella está escrito en su perfil. Hoy me sorprendió con un texto insospechado, agradable y cálido. No es ella la escritora, es Cristina, pero otra Cristina. Y las dos hicieron que conozca a un autor brasileño escritor de literatura infantil muy popular. Lo han leído varias generaciones; cuando le preguntaron a Caetano Veloso ¿cuál fue su primer contacto con la literatura? , respondió entre otras cosas:  "Leía historias de Monteiro Lobato"

Reproduzco literalmente el mensaje de mi amiga virtual:
"HOY en la Universidad en que estudo descobri um hermoso Discurso de Sua Hermosa Cristina Kirchner* que emociona muito porque Cristina Kirchner* también compartilhou um grande Escritor Brasileiro MONTEIRO LOBATO* en sua Infancia, quando niña, MONTEIRO LOBATO VIVEU SEUS ULTIMOS ANOS DE SUA VIDA EM BUENOS AYRES* Escreveu um Livro dedicado ao Peronismo" LA NUEVA ARGENTINA" em 1947.com o pseudonimo de *Miguel Pilato Garcia*.

La historia reciente es así:
La editorial Losada lanzó el libro del escritor brasileño Monteiro Lobato "Las aventuras de Naricita"
La edición del libro forma parte del Programa de Apoyo a la Traducción de Obras de la Literatura Brasilera, patrocinado por la Embajada de Brasil en Buenos Aires.
José Benito Monteiro Lobato (1882-1948), fue escritor, periodista, editor, traductor, empresario del hierro y del petróleo. Estudió Derecho, pero más tarde abandonó la profesión para dedicarse a la literatura. Fundó la industria editorial en su país, y se convirtió, con las historias de La quinta del benteveo amarillo, en uno de los mayores autores de literatura infantil y juvenil del Brasil.
El libro incluye: Naricita respingada, La quinta del Benteveo, El marqués de Rabicó, El Matrimonio de Naricita, Las aventuras del Príncipe, El Gato Félix. Todo comienza con una inesperada visita de la nieta de Doña Benita al Reino de las Aguas Claras, y con la llegada de su primo, Perucho, a la quinta del Benteveo amarillo para pasar unas nuevas vacaciones.


La sorpresa que me dio Cristina Saviano es que el libro está prologado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien en él declara su fervor de lectora de los libros de este autor durante su niñez.


Transcripción del prólogo:

Mamá o mi abuelo acostumbraban atender a cuanto vendedor de libros tocaba el timbre de nuestra casa. Eran épocas de ventas en cuotas interminables. Diccionarios en tres tomos, gigantescos y pesados, que apenas con mis seis o siete años alcanzaba a bajar de los estantes para leer, colecciones enteras de todo tipo de enciclopedias, revistas y fascículos de la Biblia, y otros relatos que luego mamá mandaba a encuadernar. La lista sería infinita, como grande la biblioteca que se fue formando en esos años de infancia. Sin embargo, mi memoria registra con absoluta nitidez la llegada a casa de la colección completa de lo que recuerdo como Las travesuras de Naricita y Perucho, de Monteiro Lobato. Su formato de tapas duras, coloradas, con las líneas de los rostros de Naricita y Perucho, en dorado, constituyen un registro visual imborrable.

Más que leerlos, literalmente devoré esos textos que iban de las fantasías más alocadas a la enseñanza de historia, geografía, geología y todo tipo de conocimiento. Emilia, la muñeca de trapo, terca y caprichosa, intrigante y rezongona, pero querible como pocas, convivía con el Vizconde – un marlo de maíz con galera e impertinentes – siempre atinado, serio y responsable. Naricita y Perucho, dos niños fantasiosos, aventureros, inquietos y siempre deseosos de saber más, podrían haber sido uno de nosotros. Doña Benita, la abuela, era una “abuelísima” de gafas y pelo blanco que con la ayuda de la negra Anastasia – la “tía” inefable creadora de Emilia, la muñeca – hacían de la quinta del “Benteveo amarillo”, un lugar en el que todos hubiéramos querido vivir.
 
Pasada mi niñez pensé que todos esos personajes pasarían a formar parte de los lejanos recuerdos de una infancia feliz de muñecas y libros, de juegos y conocimientos. Sin embargo, la vida, el destino personal o el del país, o ambos en intensa combinación, hicieron que volviera a encontrarlos en dos oportunidades más.

Una fue durante el año 1976. Había transcurrido largo tiempo desde mis lecturas infantiles. En nuestra biblioteca familiar, bajo mi impronta, y luego la de mi hermana Gisele, se habían incorporado otros textos. Junto a Monteiro Lobato, estaban Hernández Arregui, Rodolfo Puigrós, Arturo Jauretche, Scalabrini Ortiz, Marechal, Cooke, Franz Fanon, Walsh, Perón, Galeano, Benedetti, Darcy Ribeiro, Paulo Freire, Sastre, Camus, y tantos otros. Las fantasías habían dado paso a las utopías, las aventuras a la militancia, el conocimiento puro y casi aséptico a otros conocimientos: el del entramado cultural que, al amparo de dictaduras militares recurrentes, sumía en la desinformación y la expoliación a nuestro país y a nuestra Latinoamérica.
 
Una tarde de febrero de 1976, irrespirable, no sólo por el calor, sino por lo que sucedía – que presagiaba tragedias mayores - , llegué a casa de mamá. Ya no vivía allí, el año anterior me había casado con un compañero de la facultad. La encontré a mi hermana forrando las tapas de los libros cuya sola tenencia, en caso de allanamientos – muy frecuentes en aquellos días – eran el pasaporte directo a la cárcel, en el mejor de los casos. Gisele al mismo tiempo cortaba las primeras páginas de los libros de Naricita y Perucho y los pegaba en los libros de Puiggrós, de Fanon, Walsh o Cooke. “Qué estás haciendo loca?”, le pregunté – siempre amable y diplomática-. Me miró y me dijo: “¿yo, loca?”, loca está mamá que nos quiere quemar todos los libros; te aviso que ya te tiró al pozo ciego todos los “desca” y las “militancia” – El Descamisado y Militancia eran dos semanarios obligados de aquella época -, y siguió forrando tapas “peligrosas” y pegando páginas de los libros de Monteiro Lobato, mientras yo la miraba absorta, sin saber si reír o llorar. No hice ninguna de las dos cosas, me fui a mi casa de City Bell, en las afueras de La Plata, donde vivía con Néstor Kirchner, quien había dejado de ser mi compañero de facultad, para transformarse en mi compañero de vida.
 

Nunca allanaron la casa de mamá; nunca volví a preguntarle a mi hermana si Naricita y Perucho seguían mezclados con aquellos libros de mi juventud. La mente humana se las arregla para esconder, en algún pliegue lo que no queremos recordar.

 Pasaron los años y la dictadura. Néstor fue elegido intendente de su ciudad natal en 1987, y yo, diputada provincial de Santa Cruz en 1989. En 1991 él fue gobernador de la provincia, cargo por el que fue reelegido en los años 1995 y 1999. En el año 2003, fue electo presidente de todos los argentinos. Treinta años exactos después de aquellas lecturas, de aquellos fuegos. Comenzó su presidencia en un país al borde de la disolución económica y social después del default, sin olvidar Malvinas y una generación desaparecida, que había abrevado en aquellos textos queriendo escribir una historia distinta. Desde 1995, fui elegida, en distintas oportunidades, como diputada y senadora nacional, cargo, este último, que ocupaba cuando Néstor asumió como presidente.

Durante el año 2008, tuvo lugar mi tercer encuentro con Naricita y Perucho. Esta vez fue – cosas de la vida – en el Brasil. El Brasil de Monteiro Lobato. Ya no era una niña que leía incansablemente; tampoco era la joven militante peronista del cigarrillo permanente en la mano, que leía y discutía todo el tiempo. Tenía 55 años y era la presidenta de la República Argentina, en visita oficial a la hermana República Federativa del Brasil. Compartía la mesa con Luis Ignacio Lula da Silva, su presidente, y Celso Amorim, su canciller, entre otros. De repente, en la conversación volvieron a aparecer Naricita y Perucho – nunca voy a recordar el motivo - . Celso hace referencia a Monteiro Lobato y entonces le conté acerca de mis lecturas infantiles. No lo podía creer. Eran también sus preferidas. Allí surgió la idea de patrocinar por parte del gobierno del Brasil una nueva edición de las aventuras de Naricita y Perucho, esta vez prologada por mí.
Y aquí estamos. No sé si éste será mi último encuentro con estos niños entrañables; si los hijos de mis hijos leerán libros, o serán definitivamente atrapados por Internet. No lo sé. Espero que no, por ellos: se perderían el placer indescriptible de abrir un libro y no saber qué van a encontrar, a imaginar, a fantasear. Se perderían las sensaciones que provoca atravesar esta vida, construyendo utopías y abriendo caminos, que parecían definitivamente cerrados para nuestro país y nuestro continente. Por eso, espero nuevos encuentros. Por ellos y por nosotros. En definitiva, por todos.

A Naricita y Perucho, a Emilia y el Vizconde; a Anastasia y doña Benita y a todos lo que contribuyeron a alimentar mis sueños y forjar mis Utopías.
Cristina Fernández de Kirchner
Olivos,  20 de febrero de 2010 "


El prólogo de Cristina es una historia de sus lecturas de niña que, como las cajas chinas, encierra varias historias: la de una generación, la de su historia personal, las que evoca la bibliografía que menciona y que formó a esa generación, la nuestra; la historia del compromiso político, la de la militancia, las del escenario de la ciudad de La Plata, las de la represión. La historia de hoy. Una historia de vida, la suya y también la de quienes compartimos una concepción del mundo en la ciudad Eva Perón.

Ficha del libro: 
Las travesuras de Naricita
Monteiro Lobato
Prólogo de Cristina Fernández de Kirchner
Traducción de Ramón Prieto
Ilustraciones de Paulo Borges
Editorial Losada, Buenos Aires, 2010
Mabel Maidana, Co-coordinadora Comisión
Nicolás Casullo de Medios Audiovisuales en
Carta Abierta

 





 



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