sábado, 28 de noviembre de 2009

Diarios que deslegitiman al poder constitucional

UNA MAS DE LOS MEDIOS CONTRA LA DEMOCRACIA
El Observatorio de Periodismo y Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Cuyo desnuda los mecanismos tergiversadores de la realidad utilizados por dos de los periódicos hegemónicos de esa región de Argentina. El recurso que más utilizaron los diarios Los Andes y Uno en la construcción de sentido opositor y deslegitimante del proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, durante su reciente debate parlamentario (que finalizó con su sanción y promulgación), fue la selección, omisión o carencia de fuentes. Cabe destacar respecto de diario Uno, por ejemplo, que la fuente más utilizada para la construcción de su cobertura fue el dueño de la multimedia a la que pertenece el periódico, Daniel Vila. A continuación, se reproduce el texto completo del capítulo Conclusiones Finales del informe que ese Observatorio distribuyó a principios de la semana pasada. El equipo de trabajo del Proyecto de Investigación “Observatorio de Periodismo y Derechos Humanos” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales llevó a cabo una investigación respecto de cómo y con qué intencionalidad los dos diarios locales, Los Andes y Uno, abordaron la temática del proyecto devenido en Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Ese equipo está integrado por Ernesto Espeche (Director); Roberto Follari (Co-Director); Soledad Gil y Jimena Marín (Coordinadoras) y Juan Pablo Rojas, Penélope Moro, Mariana Olguín y Moisés Ortiz (Observadores y Observadoras). Estas conclusiones y la investigación que presentamos a continuación, se basan en el modelo teórico-metodológico de la Intencionalidad Editorial. En síntesis, los enunciados que conforman el sustento filosófico del modelo como propuesta teórico – metodológica para analizar los procesos periodísticos, son: “el proceso periodístico es en esencia la conversión de una parcialidad determinada (de clase o grupo) en un valor universal o natural. Que por ello se apoya en una serie de mitos para ocultar su naturaleza. Que ese rasgo manifiesta el carácter ideológico del periodismo y su rol en la construcción de Hegemonía. Que su ineludible involucramiento en la disputa por el Poder lo ubica en el plano de la propaganda” (Espeche, 2006: 19). Cuando decimos que el periodismo forma parte del concepto genérico de propaganda, supone que aquél comparte con éste una serie de métodos comunes que son punto de relación y de identidad. La particularidad del periodismo como parte de la propaganda se define por la relación dialéctica entre objetividad y parcialidad. “Por objetividad entendemos que el hecho periodístico puede ser confirmado y contrastado a partir de las fuentes, mientras que la parcialidad se advierte en la medida en que siempre existe una toma de posición frente a ese mismo hecho” (López, 2005: 48). Dicho esto, es necesario analizar los puntos de relación e identificación entre la propaganda en sentido genérico, y el periodismo como forma especial de propaganda. En este sentido, Domenach menciona cinco reglas de la propaganda que pueden servirnos como referencia: simplificación y enemigo único, exageración y desfiguración, orquestación, transfusión y unanimidad y contagio. Hablamos de simplificación en el sentido de que toda propaganda, para alcanzar su objetivo debe buscar la síntesis de lo complejo. La titulación en la prensa encierra esta condición al sintetizar el tema central de un artículo en una unidad compuesta por una volanta, un título y una bajada. Pero en realidad la simplificación atraviesa todo el cuerpo del medio. La regla de la exageración se presenta cuando un hecho es sobredimensionado con el fin de acentuar determinados aspectos. Esto implica entonces una desfiguración del acontecimiento. En periodismo ésta se identifica muchas veces como la “espectacularización de la noticia”. La orquestación se trata de la repetición de un tema bajo diferentes aspectos, hasta lograr imponerlo en la “opinión pública” ya que el fin es que el destinatario hable sobre él, lo discuta y tome posición frente al mismo. La transfusión tiene que ver con la regla que establece que toda propaganda opera sobre una base preexistente que la sustenta. Es decir, se trata de reforzar ideas, miedos, prejuicios, un orden establecido, más que estimular un cambio. Finalmente, la regla llamada unanimidad y contagio hace referencia a la tendencia de la propaganda a expresar la opinión de un grupo como unánime a toda la sociedad civil. Un buen medio para lograr esto es contar con la adhesión de intelectuales prestigiosos o personalidades públicas que garanticen de por sí la posibilidad de contagiar opiniones. Dada esta explicación podemos afirmar que existe una estrecha relación entre el periodismo y la propaganda, por tanto es necesario concebir al primero como una forma especial de propaganda objetiva para comprender el concepto de intencionalidad editorial y su influencia en el terreno del debate y de la lucha por el poder. Los mecanismos de propaganda del periodismo, institución superestructural, serán claves para naturalizar ciertos valores y concepciones de clase y para poner en marcha el consenso que determinará el grado de dominio del bloque hegemónico. Para seguir con la dicotomía objetividad/subjetividad afirmamos, en términos de Ducrot, que el discurso periodístico es objetivo ya que se basa en hechos susceptibles de ser confirmados y constatados a través de fuentes directas o indirectas. Asimismo, el periodismo es necesariamente parcial como toda actividad humana entendida como la asunción de una posición propia del periodista y/o del medio ante la complejidad de los hechos sobre los que trabaja la práctica periodística. En síntesis, el objetivo final de la IE y por ende su utilidad, es desentrañar cuál es la parcialidad de grupo/sector/clase convertida en valor universal o natural a través del sentido común construido en las noticias sobre un determinado tema. Asimismo cuáles son los mecanismos que se utilizan para enmascarar esa parcialidad. Para llegar a esto, el modelo metodológico plantea un análisis cuantitativo y cualitativo de la información relevada bajo el método de un observatorio de medios. En este sentido, Los Observatorios de Medios reconocen el derecho de todo medio y de todo/a periodista a manifestar su posicionamiento editorial pero condenan que ese posicionamiento se lleve a cabo en forma encubierta, procurando esconderse detrás del falsamente denominado "periodismo independiente", por considerar que tal manipulación es violatoria del derecho que todos/as los/as integrantes de una sociedad tienen a informar y a estar informados/as. Respecto de esta investigación en particular, constatamos que los medios pertenecientes o portavoces del corporativismo hegemónico han dejado de ser medios en el sentido técnico de la palabra, para convertirse en actores y sujetos propios, con una especialidad: producir y reproducir sentidos comunes favorables a ese corporativismo y a sus propios intereses empresarios. Luego de relevar y analizar el período 27 de agosto/11 de octubre, podemos decir que los dos medios observados, diario Los Andes y Uno, actúan como sujetos activos en la oposición y deslegitimación del proyecto luego devenido en Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Se trata de un ejemplo más de la conducta de los medios que responden a los intereses hegemónicos. Esta posición no es azarosa sino que obedece a la economía política los medios, y a la ideología que -a partir de defender sus intereses hegemónicos- estos diarios conservan. Encuadrados en este punto es preciso remarcar que Diario UNO de Mendoza, pertenece al Grupo Uno Vila- Manzano. Salió por primera vez a la calle, el 27 de junio de 1993 bajo el slogan “nuevo diario para una Mendoza nueva”. Según la página Web institucional del diario se invirtieron en el mismo 7 millones de dólares. La cabeza visible del medio es Daniel Vila, hijo del empresario de la construcción Alfredo Vila Santander. Diario UNO representa además, a la Cámara Empresaria Mendocina (CEM) ligada ésta a ex funcionarios del ex Banco de Mendoza. En materia ideológica sigue los lineamientos de un ultra neoliberalismo económico y político, basado en la preponderancia de las inversiones extranjeras y de sectores económicos agro- exportadores que concentran la mayor parte de la torta de capital monetario de nuestra provincia y del país. Es importante resaltar, que al momento del nacimiento de Diario UNO, quien detentaba el máximo poder en nuestro país era Carlos Saúl Menem; por lo que el escenario era favorable para desplegar ciertas acciones en pos del desarrollo de los intereses societales y personales de éste grupo económico y político. El Grupo nació con la compra de una radio en 1983 y en apenas una década se transformó en uno de los principales propietarios de canales de cable y radios del interior del país, con presencia en varios países de América Latina. En 1994 fundaron un sistema de TV por cable Supercanal. Este sistema fue la matriz de lo que luego se convertiría en Supercanal Holding, que llegó a ocupar el tercer lugar entre los canales de cable del país. Leer acá el informe completo. Fuente: Agencia Periodística del Mercosur, 28-11-2009; Universidad Nacional de La Plata, Facultad de Periodismo y comunicación Social.

4 comentarios:

Coco Plaza dijo...

Buenísima la nota. A estos bandidos, piratas $$$ de los medios hay que pegarles con todo.

daniel mancuso dijo...

excelente el informe y clarísimo,
abrazo

Emilio dijo...

Que caripelas! lo peor de lo peor!

pablo dijo...

excelente analisis , pone en evidencia los intereses corporativos y sus mecanismos.
no obstante la desculturizacion de la ragentina mira otra cosa ...
saludos