Gabriel Mariotto es licenciado en Periodismo y Comunicación
Social, ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de
Lomas de Zamora, subsecretario de Medios de Comunicación en el gobierno de
Néstor Kirchner. Durante el primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner
fue elegido interventor del Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) y luego
designado como el primer presidente de la Autoridad Federal de Servicios de
Comunicación Audiovisual (AFSCA). En su rol actual de vicegobernador de la
provincia de Buenos Aires no ha cesado un día en su militancia por la plena
aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
En la entrevista Mariotto analizó la
problemática regional de la comunicación, se mostró a favor de una cumbre de
presidentes para discutir esta cuestión y aseguró que “se necesita que los
Ejecutivos y los gobiernos se comprometan para dar impulso al debate en toda la
sociedad, porque los que ostentan el poder de sometimiento en la opinión son
los sectores que tienen también los resortes de la economía de las patrias. No
son sectores periféricos, sino que son sectores que ostentan el poder”.
- La concentración mediática es un fenómeno
que se ha dado en toda Latinoamérica. En base a esta problemática hay quienes
plantean la necesidad de una cumbre de presidentes latinoamericanos en materia
de comunicación. ¿Qué opinión tiene al respecto?
-
Sería muy importante. Nuestros presidentes latinoamericanos, todos, abordan los
ejes de la democratización comunicacional. Lo hace el presidente Chávez,
también Correa, lo escuchamos a Lula recientemente hacer los mismos planteos,
Dilma está impulsando una reforma de la ley que desde la dictadura está vigente
en Brasil. Evo también está en esa línea y se está discutiendo la posibilidad
de que una nueva ley se sancione en Uruguay. Creo que son ejes que hacen a este
tiempo. Un tiempo en que las democracias se están afianzando y el pleno ejercicio
de nuestros derechos empieza a ser parte de la cotidianeidad.
Por
eso la expresión es uno de los aspectos a abordar. Y por supuesto que una
acción tan importante, tan reparadora y que tiene detractores tan poderosos,
necesita que los Ejecutivos se comprometan. No alcanza solamente con algunos
sectores de la sociedad civil reclamando un equilibrio en el flujo informativo.
Se necesita que los Ejecutivos y los gobiernos se comprometan para dar impulso
al debate en toda la sociedad, porque los que ostentan el poder de sometimiento
en la opinión son los sectores que tienen también los resortes de la economía
de las patrias. No son sectores periféricos, sino que son sectores que ostentan
el poder. Los gobiernos no son el poder, los gobiernos son herramientas. Las
herramientas pueden servir para hacerse amigos de los poderosos o para pelear a
los poderosos con el objetivo de ampliar ciudadanía. Bueno, nuestros
presidentes latinoamericanos están en este segundo plano.
- Los grupos mediáticos latinoamericanos
han mostrado una gran unificación a nivel regional. Con solo remontarse a las
últimas elecciones en Venezuela esta actitud corporativa queda en evidencia.
Sin embargo, los gobiernos latinoamericanos no han mostrado la misma cohesión,
y las medidas que se toman para combatir la concentración mediática parecen
aisladas, atomizadas. ¿No es hora de empezar a construir propuestas en
conjunto?
-
Siempre es mejor tener una estrategia colectiva, si bien las realidades son
distintas. Los conceptos tienen que ser de respeto a los organismos
internacionales de derechos humanos. Todos los Estados tienen que ajustarse y
todas las empresas tienen que ajustarse. No tiene que haber monopolios y tiene
que haber garantías para que los ciudadanos no sean perseguidos o encarcelados
por lo que expresan.
En
este sentido, creo que todas las patrias latinoamericanas tienen que transitar
por algo que Néstor y Cristina han puesto en la vanguardia, que es el ejercicio
pleno de los derechos de nuestra ciudadanía. En la charla que dimos con Horacio
Verbitsky, él lo planteaba, con mucha claridad, que la despenalización de las
calumnias e injurias es un avance vital en materia del ejercicio pleno de
nuestros derechos. Y una ley que combata a los monopolios, que fomente nuevas
voces y que preserve el 33% del espectro a las asociaciones sin fines de lucro,
también es un gran aporte que hace que el mundo valore y admire el coraje de
nuestra Presidenta y la formación de nuestro pueblo, que participó poniéndole
letra al texto de la Ley.
- Si tuviera que sintetizar estos aportes,
¿en qué aspecto los resumiría?
-
En el hecho de que al conocimiento, a la sabiduría popular y a la profundidad
que tiene nuestra cultura popular ahora se le agrega la posibilidad de poder
expresarnos para que no haya ni estigmatización, ni ocultamiento, ni
vituperación de las manifestaciones de la cultura popular. Para que los que
quieren seguir degradándola puedan hacerlo, pero sin posiciones dominantes. Y
los que quieren tener una mirada edificante manifestaciones culturales también
lo puedan hacer.
- ¿Qué pasará cuándo se acabe la cautelar?
- Que
todo el mundo tendrá que cumplir con la ley. Esto significa que las
potencialidades que tiene ese texto van a formar parte de la cotidianidad de
los ciudadanos argentinos.
Por Héctor Bernardo
Revista 2016, 29-01-2013
Mabel Maidana, Co Coordinadora Comisión Nicolás Casullo
de Medios Audiovisuales en Carta Abierta
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