El periodista Medardo Flores de 61 años, es el decimoquinto periodista asesinado en Honduras desde el golpe de estado. Ningún caso fue esclarecido.
Flores trabajaba en Radio Uno de San Pedro Sula. Fue asesinado en la comunidad de Blanquito, en Puerto Cortés, a 300 km de Tegucigalpa. Medardo Flores también formaba parte del departamento de Finanzas del Frente Amplio de Resistencia Popular (FARP), partido del presidente derrocado Manuel Zelaya, quien regresó al país en mayo pasado. El asesinato ocurrió horas después del de otra figura del FARP, Emo Sadloo.
Desde los años 80, había sido un destacado miembro del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Agrícola de Sula (SITRACOAGS) y cercano colaborador de Dagoberto Padilla, presidente del Sindicado y mártir de la revolución hondureña.
Antes del golpe de Estado, Medardo fue un activo voluntario de la Misión Milagro, proyecto del ALBA que devolvió la vista y mejoró la calidad de vida de cientos de miles de personas en toda Latinoamérica.
En total, catorce periodistas hondureños y un propietario de un medio de comunicación han perdido la vida en 18 meses. Ninguno de estos crímenes ha tenido hasta ahora la más mínima aclaración.
Esta noticia enluta una vez más al periodismo en uno de los países más peligrosos del continente para ese trabajp, y constituye también un hecho muy inquietante para el futuro del frágil proceso que comenzó con el Acuerdo de Cartagena y la reintegración de Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA).
"Reporteros Sin fronteras", referente mundial de los grandes medios de comunicación, no ha querido incluir nunca al régimen hondureño en su influyente lista de "depredadores de la libertad de expresión".
Tampoco El País, El Mundo, ABC, La Razón, La Vanguardia, TVE, Tele 5, Antena 3. La Sexta, Cuatro, Punto Radio o la SER han considerado que el tema de asesinatos y represión en Honduras sea digno de tratar.
Mientras tranto la SIP permanece calladita la boca.
de Medios Audiovisuales en Carta Abierta
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