lunes, 24 de diciembre de 2012

PARA ESTA NAVIDAD, EN LA COCINA DE PERÓN


 Pensarán ustedes que voy a contar aquí acerca de quién o quiénes dirigieron las cocinas del General y de Evita. Pero se equivocan, porque quedaron atrapados en el jueguito del título. La historia de hoy no refiere a cocineras ni a cocineros, sino a cocinas, a sellos, a improntas culinarias; porque cada punto de inflexión en la historia de los pueblos, de las sociedades o de las culturas, como prefieran, cada punto de inflexión crea, impone, una culinaria.


Primero lo primero. Un principio general: la cocina es hija de la pobreza, de la necesidad, y es anónima; nace de lo más profundo de la organización social. La cocina es, como muchas veces señalé, el asado de la obra –hoy en tránsito de recuperación tras la catástrofe de la dictadura y del neoliberalismo–, los saberes y recetas de los acervos familiares yuxtapuestos y los que traen consigo los inmigrantes (pasados y actuales); los millones de cocineras anónimas que cada día ofrecen un plato de comida a sus familias.
Segundo lo segundo. La culinaria argentina reconoce tres fuentes de origen y formación:
1. La de los pueblos americanos, andinos, guaraníticos, de las pampas y patagónicos, para hacerlo sencillo y sin pretensión alguna de antropología. Cabe destacar la variedad y la riqueza alimentaria de nuestros compatriotas aniquilados por el maldito Roca; esas cuestiones, los comeres de pueblo ranquel por ejemplo, es una deuda que tengo y pronto será saldada, en alguno de estos nuestros encuentros semanales.
2. La del mestizaje obligado por la presencia de conquistadores y colonizadores. De ahí que nuestro puchero haya sido el plato urbano de todo el siglo XIX, por ejemplo.
3. La del mestizaje complejo entre lo que ya existía en la patria a la hora de comer y lo que propusieron las grandes corrientes inmigratorias desde fines del XIX y principios del XX, fenómeno este que se replica en la actualidad, con especial contenido sudamericano, pero también asiático y de otras regiones que ven en la Argentina sus futuros, pese a la futurología perversa de los conocidos de siempre, de los agoreros y agoreras por diez guitas, que no quieren aceptar la realidad de esta Argentina transformada; y joden y joden contra la ley y la Constitución.
Ese tercer momento explica, entre muchos y variados hechos, el signo dominante de la cocina porteña y urbana en general.
Y ahora, a lo nuestro. A mediados del siglo XX, la Argentina se transformó en sentido plebeyo, revolucionario; y tal acontecimiento se reflejó sobre la mesa de sus habitantes. Como consecuencia de las políticas distributivas, inclusivas y creadoras de ciudadanía del peronismo, los comensales de la patria –los del pueblo, porque los otros siempre comieron bien, y a expensas de los primeros–, el pueblo digo, contó con una cantidad y calidad de ingesta proteica como nunca antes siquiera había imaginado.
Eso fue lo determinante, lo más relevante, pero a título de imágenes y figuraciones concretas, debemos recordar algo que suele pasar inadvertido.
El peronismo fundó las empanadas porteñas, gracias a la incorporación de miles de trabajadores a la gastronomía urbana y pujante, quienes trajeron sus sabores y saberes; y el asado, la parrilla del fin de semana, terminó de obtener identidad de ciudad. Dejó de ser rural y suburbana para instalarse en los patios, en los fondos, en las terrazas, y hasta en los balcones de Buenos Aires y otros centros de densidad demográfica, proceso derivado de la industrialización creciente del país, de sus consecuentes migraciones internas y de la mejora sustancial del poder adquisitivo para el conjunto de la sociedad.
¡Ah, sí! Dicen que uno de los platos preferidos del General fue el pastel de papas. Hasta la próxima, y que disfruten del calorcito, anque lluvias, aquellos que se preparan para la dolcefareniente de las vacaciones.
Por Víctor Ego Ducrot (*) 
(*) Texto publicado este fin de semana en el semanario Veintitrés.
Les deseamos felicidades y un 2013 más justo e igualitario!
Mabel Maidana
Ariel Magirena
Santiago Plaza
Domingo Merlino




martes, 11 de diciembre de 2012

TARIFA SOCIAL PARA RADIOS COMUNITARIAS, PROYECTO COMPLETO PRESENTADO


El Senador de la Provincia de Buenos Aires Emilio López Muntaner, en el marco de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, presentó un proyecto de Tarifa Social para Radios Comunitarias. 

El texto del proyecto es el siguiente:

FUNDAMENTO

La promulgación de la ley de servicios audiovisuales, significó para la democracia argentina un mojón histórico que dio reemplazo a la sancionada por la última dictadura cívico-militar, empapada de intereses concentrados y monopólicos que terminaban por desfigurar la comunicación y centralizarla en pocas manos en función de intereses corporativos y sectoriales.

A pocos días de que entre en vigencia la nueva ley de servicios audiovisuales, sabemos que es necesario dotarla de la mayor institucionalidad posible, legislando y bregando por el cumplimiento de la ley en el territorio nacional, y en lo que compete a nuestras funciones para las cuales hemos sido elegidos a través del voto democrático, velar por su cumplimiento en la provincia de Buenos Aires.

Desde la promulgación de la Ley de Servicios Audiovisuales, infinidad de emisoras de baja potencia pertenecientes a diferentes iniciativas comunitarias, podrán avanzar en un proceso normalizador  que les permita obtener licencias de Frecuencia Modulada de muy baja potencia con el fin de facilitar la instalación y funcionamiento del servicio en sitios de alta vulnerabilidad social y/o de escasa densidad demográfica. Estas emisoras, entre las que podemos citar diferentes denominaciones: comunitarias, cooperativas, culturales, han sobrevivido sobre la base del esfuerzo de sus integrantes, pero sin aparo y con la multiplicidad de inconvenientes que acarrea estar bajo estas denominaciones.

Las Emisoras comunitarias son conceptualizadas en la Ley Nacional de Servicios de Comunicación Audiovisual de la siguiente manera: "Son actores privados que tienen una finalidad social y se caracterizan por ser gestionadas por organizaciones sociales de diverso tipo sin fines de lucro. Su característica fundamental es la participación de la comunidad tanto en la propiedad del medio como en la programación, administración operación, financiamiento y evaluación. Se trata de medios independientes y no gubernamentales. En ningún caso se la entenderá como un servicio de cobertura geográfica restringida."

Las emisoras comunitarias cumplen un rol significativo en los lugares donde llega su señal. Su función social es aportar y hacer frente a las urgentes necesidades de los habitantes de la comunidad, es un instrumento cultural y educativo, de comunicación, expresión, información, promoción cultural, formación, debate y concertación que promueve el encuentro de diferentes identidades sociales y expresiones culturales de la comunidad promoviendo diferentes valores democráticos sustanciales.

El presente proyecto busca fortalecer las radios comunitarias creando una tarifa social diferenciada para las emisoras de baja potencia de la provincia de Buenos Aires. Al momento de abonar la tarifa eléctrica o el gas natural no existe contemplación alguna para las emisoras de baja frecuencia. Los prestadores de servicios públicos de energía eléctrica y gas natural cobrarán a las entidades arriba mencionadas un valor inferior equivalente al 40% del valor incluido en la facturación.

Las emisoras de alta frecuencia que cuentan con otra capacidad de alcance y por lo tanto mayores posibilidades de rédito económico se homogeneizan con la radio comunitaria bajo la figura de usuarios. La creación de esta tarifa es fundamental a la hora de potenciar las cualidades antes mencionadas de las radios comunitarias,diferenciando cualitativamente el servicio social prestado, por el cual en la mayoría de los casos no perciben rédito económico alguno. Teniendo en cuenta los beneficios que puede aparejar la creación de una tarifa social para las emisoras de baja potencia, surge el convencimiento de que potenciar las radios comunitarias es impulsar los valores comunicativos que estas transmiten.

                Por todo lo expuesto y en pos de dar respuesta a un mandato histórico, solicito a los Señores Legisladores nos acompañen en la aprobación del presente Proyecto.

PROYECTO DE LEY

El Honorable Senado y Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, sancionan con fuerza de LEY:

ARTÍCULO PRIMERO: Crease en todo el ámbito de la Provincia de Buenos Aires una tarifa social diferenciada para las emisoras de Radio de Baja potencia comprendidas en las categorías E - F y G según Resolución 142 SC/96 que cuenten con inscripción y hallan cumplimentado el Censo AFSCA Resolución 1 y 2/2009 y Resolución AFSCA 325/2010. Y Emisoras de Televisión de baja potencia comprendidas en la Resolución AFSCA 3/2009 y Resolución AFSCA 325/2010 que hallan cumplimentado las mismas.

ARTÍCULO SEGUNDO: Denomínese tarifa social al precio que los medios de comunicación más arriba mencionados paguen como contraprestación por el servicio de energía eléctrica y gas natural.

ARTÍCULO TERCERO: Los prestadores de servicios públicos de energía eléctrica y gas natural cobrarán a las entidades más arriba mencionadas un valor inferior equivalente al 40% del valor incluído en la facturación. Dicha suma deberá estar discriminada en la factura correspondiente.

ARTÍCULO CUARTO: De forma.



Emilio López Muntaner
Senador de la Provincia de Buenos Aires
FPV-PJ
Tel. 0221-4391723
elmuntaner@senado-ba.gov.ar